El otro día he ido a dar un paseo por el sardinero y por lo del motivo de las olas habia muchas cosas que sobresalian en tre ellas unos pilares y le pregunte a mi madre que, que hera aquello y ella me dijo que hace mucho tiempo ali encima de esos pilares se encontraba un balneario llamado El Balneario de Castañeda.
Estos son los pilares de los que os hablaba Esto es el balneario
Estos
diez pivotes sostenían las grandes vigas sobre las que se erigía un
balneario construido en 1872, del que tenía la concesión Antonio
Fernández Castañeda, de ahí su nombre. Según refleja Carmen Gil de
Arriba en su obra ‘Casas para baños de ola y balnearios marítimos en el
litoral montañés, 1868-1936’, se trataba de una casa de baños en madera,
que contaba con una larga galería con veinticuatro cuartos. Había,
además, setenta casetas de ruedas en el exterior, para que los bañistas
descendieran hasta la orilla. En diciembre de 1951 un temporal arrancó
de cuajo la caseta ‘La Caracola’ junto a Piquío, construida en los años
veinte para uso de Alfonso XII y su familia. Y las olas destruyeron
también parte del balneario de Castañeda, desplazando la construcción de
madera de sus cimientos de piedra, que ahora han quedado al
descubierto. Años después al balneario de Castañeda le despojaron de la
torre de cocimiento de algas y, a finales de los sesenta, fue derribado
por ruina. Acababa así la historia de este balneario que se caracterizó
por los baños calientes de algas, muy recomendados en el XIX y
principios del XX y que luego quedó relegado a cabinas de ducha y para
cambiarse la ropa.